La economía no puede limitarse a bienes materiales sino que es una ciencia que ayuda a explicar el comportamiento humano. ¿Qué incentiva a una persona a actuar de una manera u otra? En un mundo cada vez más globalizado e interconectado, todos somos partícipes de grandes transformaciones pero a veces es difícil encontrar sentido a estos cambios y es enriquecedor analizar fenómenos tan importantes como la economía desde una perspectiva alternativa e interdisciplinar. Una nueva publicación, Economía y Humanismo Cristiano, elaborada por un equipo de investigadores y profesores vinculados a la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Deusto, presenta una visión alternativa de la actividad económica. Se analizan problemas económicos como el desarrollo, la pobreza y el comercio internacional desde una visión inclusiva de la actualidad económica y del cristianismo.
El libro, coordinado por Juan Francisco Santacoloma y Ricardo Aguado, está dividido en dos partes: Metodología Económica y Doctrina Social de la Iglesia; y. Desarrollo económico en un contexto globalizado. Las páginas hacen confluir la ciencia económica, la teología y la política económica ofreciendo una perspectiva interdisciplinar a través de la aportación de jesuitas y laicos expertos en economía. Los autores cuestionan los límites del análisis convencional de la economía y presentan una perspectiva más humanista de ésta, defendiendo la justicia social a través del derecho de participación en la economía de todo individuo. A partir de ahí, se analiza el desarrollo de la economía en un mundo globalizado y se utiliza una base tanto empírica como moral para tratar de dar respuesta a preguntas complejas a cerca de las decisiones y actitudes a considerar desde un contexto internacional. El mensaje central es que la economía de mercado no puede reducirse a una aglomeración de bienes materiales, sino que debe posibilitar el desarrollo integral del ser humano.
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